martes, 29 de mayo de 2012

2ª PARTE DEL CUENTO "LA CASITA DE CHOCOLATE" 

¿Qué pasará a continuación escaparán nuestros amigos con la bruja?...

Demasiado tarde: la bruja ya había llegado hasta ellos.
  • ¡Hola, pequeños! ¿Qué hacéis en este rincón del bosque?
  • ¡Nada que te importe, malvada bruja! ¡largo de aquí!
  • Tú eres el que sobra en esta reunión...¡Vamos, fuera!
  • Niños,¿os gustan los caramelos, el turrón y el chocolate?
  • ¡Claro que sí!
  • Pues venid a mi casa, allí podéis hartaros de comer.
    Subiros en mi escoba mágica llegaremos en un periquete...
  • No sé si debemos, nuestro padre estará preocupado buscándonos...
  • Yo misma os llevaré luego con vuestro padre. Vamos a mi casa ahora.
    Durante un buen rato volaron en la escoba de la bruja. La tentación era muy fuerte y los niños cedieron a ella.
  • ¡Ahí está mi casa!
  • ¡Oh, está toda hecha de golosinas...!
  • ¡Es fantástico!
  • Podéis comer hasta hartaros, ¡Adelante!
    Hansel y Gretel comieron a dos carrillos hasta que saciaron el hambre atrasada.
  • No podéis más. ¿Puede llevarnos a nuestra casa ahora?
  • ¡Ni hablar de eso, ingenuos! ¡Os quedaréis aquí conmigo!
    La bruja encerró a Hansel en una jaula de gruesos barrotes. Después cogió a Gretel y la encerró en el sótano.
  • Os engordaré durante unos días... ¡Y después os comeré!
  • ¡Qué tontos hemos sido al haber confiado en esa bruja malvada!
    Desde su jaula, Hansel vio que se abría sigilosamente la puerta de la casa...
  • Ssshhh, no hables,no vayas a despertar a la bruja, que está dormida.
    Sin hacer ruido, el enano cogió la llave de la jaula del bolsillo de la bruja.
    Pero el “clic” del candado al abrirse despertó a la perversa maga.
  • ¡Maldito enano bribón! ¡No te saldrás con la tuya!
    Mientras el enano y la bruja forcejeaban, Hansel liberó a Gretel.
  • ¡Aprisa, huyamos al bosque! ¡Allí estaremos a salvo!
    También el enano logró escapar y llegar hasta la cigüeña, que le esperaba.
  • ¡No te librarás de mí tan fácilmente, enano maldito! ¡No huyas, cobarde!
    La cigüeña hizo un ágil movimiento y el enano pudo colocarse detrás de la bruja.
    Con un gesto rápido, cortó de un tajo la escoba mágica.
  • ¡Aaaaaah! ¡Socorro, que sin escoba no puedo bolar!
    ¡Plaf! La bruja cayó al interior de un árbol hueco.
  • ¡Deprisa, Gretel, ayúdame a atarla antes de que se recupere!
  • ¡Eso es! Le daré otra vuelta para que no pueda desatarse.
  • ¡Buen trabajo, chicos! Atada así no podrá hacer daño a nadie.
  • Subid a la cigüeña. Os llevare con vuestro padre.
    Durante un buen rato sobrevolaron el bosque.
  • Ahí está vuestro hogar y esta bolsa es para vosotros...¡Adiós!
    ¡Son monedas de oro! Dijo Hansel.
  • ¡Ya no pasaremos hambre nunca más! ¡Gracias!

COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO SE HA ACABADO


Escrito por María y Laura

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