2º Parte del cuento de “Los tres cerditos”

¿Creíais que el lobo se salio con la suya? Pues ¡No! Y sabréis qué es lo que ocurrió...

• ¡Entra, deprisa! ¡Aquí estarás a salvo!
• Vaya , se ha encerrado con su hermano. Tendré que usar una estrategia...
• ¡Llaman a la puerta! ¿Será el lobo feroz?
• ¿Quién es? -Soy un pobre corderito que necesita ayuda.
• ¡Eres el lobo feroz! ¡Te estamos viendo el hocico y la cola!
• Grrrrr, sois muy listos, ¿Eh? ¡Pero no podréis escapar de mí!
  El lobo tomó aire de nuevo sopló con todas sus fuerzas. También esta vez logró derribar la débil casa del cerdito violinista.
  - ¡Tenemos que huir de aquí o estamos perdidos!
  Corriendo desesperadamente llegaron a la casa de su hermano mayor. Este acababa de dar los últimos toques a su casa.
  - ¡Ábrenos, hermano, que nos persigue el lobo feroz!
  - ¿Por qué no os habéis escondido en vuestras casas?
  - Lo hicimos, ¡pero el lobo las derribó de un bufido!
  - Tranquilos, que esta no podrá derribarla fácilmente.
  - ¡Eh, los de ahí dentro! ¡Abrirme la puerta por las buenas!
  - ¡Ni por las buenas, ni por las malas! ¡Déjanos en paz!
  El lobo, furioso, se puso a soplar. Pero por más que sopló, la casa permaneció intacta.
  - ¡Buf, esta casa no es como las otras! ¡Qué sólida es!
  Entonces se le ocurrió algo: - ¡ Subiré a la chimenea y entraré por ella!
  Pero el cerdito mayor ya había previsto esa posibilidad...
  - Está cayendo hollín... ¡Creo que es el momento de destapar la olla!

- ¡Je, je, je! Me voy a hinchar a comer carne de cerdito...

Pero pronto se dio cuenta de que no iba a poder ser...

- ¡Socorro, que me quemo!

- ¡Bomberos! ¿ Donde están los bomberos? ¡Auxilio!

- Gracias a ti nos hemos salvado del lobo, hermanito.
- Ya veis que merece la pena hacer las cosas ¡ Y las casas! Bien hechas.

FIN

Escrito por Alma y Lydia Cira