martes, 8 de mayo de 2012

 
1ª Parte del cuento de "Los tres cerditos"
En la región donde vivían  los tres cerditos casi todo el mundo tenia su propia casa.
Por eso el  cerdito flautista decidió hacerse una.
Pero era  muy holgazán y no se esforzó mucho al construirla.
Puso cuatro estacas y un poco de paja y se dio  por satisfecho.
Ya soy tan respetable como los demás del lugar.¡Tengo casa propia!
Y ahora, a seguir tocando la flauta, que es lo que a mi me gusta.
Tocando por el camino llegado hasta el lugar donde vivía su hermano violinista.
Este también había decidido construirse su propio hogar. E igual que su hermano flautista,
¡Es bonita tu casa, hermano! Aunque te podías haber ahorrado trabajo …
No me he tomado tantas molestias  y me ha quedado de rechupete.
Tienes razón.
Doy mi trabajo por acabado y ¡A tocar el violín!
Ahora que tenemos casa los dos, vayamos a visitar a nuestro hermano mayor. También él estaba construyendo su hogar. Y esta sí iba a ser una casa con todas las de la ley, sólida y confortable.
¡La está haciendo de ladrillos y cemento! ¡ja, ja, ja! ¡Qué exageración!
No le veo la gracia, estoy haciendo una casa como es debido.
No hace falta trabajar tanto ¡Hay que disfrutar a fondo de la vida!
Entre risas y bromas los dos holgazanes se alejaron de la casa de su hermano.
Estos dos no tienen arreglo, espero que les vaya bien...
¿ Quién teme al lobo feroz, al lobo, al lobo? - iban cantando los cerditos.
De pronto se oyó un rugido: - Estáis hablando de mí por casualidad?
¡ Ooooh, es el lobo feroz! ¡Huyamos rápido!
¡Eh, esperadme! ¿No  cantabais que no me teníais miedo?
Los dos cerditos corrían  a toda prisa tratando de huir del lobo.
El flautista llegó a su flamante hogar y se encerró  en él
¡Ábreme la puerta!  -Ordenó el lobo con su terrible vozarrón.
¡Márchate de aquí! -Gemía el flautista asustado.
¿Así que no me dejas entrar, eh? ¡Pues mira lo que hago con tu casa!
El lobo sopló con todas sus fuerzas y la casa se deshizo en un santiamén.
¡Jo, jo jo! ¡Menuda casa tenías!  ¡Y ahora ven a ver mis fauces!
¡Socorro! ¡Hermanito violinista, que el lobo quiere comerme.
En un abrir y cerrar de ojos, llegó a la casa de su hermano.

¿Qué pasará con el cerdito?, ¿Se lo comerá el lobo? Si quieres saberlo, espera a nuestra siguiente entrega....

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